
Cranleigh es un colegio mixto con opción de régimen abierto o interno durante la semana, situado al borde de las Colinas de Surrey. Los alumnos llevan unas vidas ocupadas, trabajando duro para obtener éxito académico y deportivo, mientras se preparan para la vida más allá del colegio en esta preciosa localización rural. Cranleigh ofrece una impresionante gama de oportunidades en un colegio lo suficientemente pequeño como para que todos se conozcan y se apoyen.
Un día típico en Cranleigh se construye en base a una agenda fuertemente académica, pero que encuentra tiempo también para los deportes, las artes creativas y escénicas, permitiendo que florezca el talento de cada alumno. Los antiguos alumnos de Cranleigh – nuestros célebres académicos, políticos y empresarios, nuestros atletas, nuestros músicos, artistas y actores – son la prueba de nuestro éxito.
El lema de Cranleigh Ex Cultu Robur (de la cultura viene la fuerza) fue la frase que inspiró a los creadores de Cranleigh en su fundación en 1865. Este lema informa nuestra sólida ética educativa y una creencia sincera en el desarrollo holístico de los jóvenes. Todas las escuelas de la familia Cranleigh comparten nuestro lema; los dos colegios de Surrey, nuestra escuela hermana en Abu Dabi y nuestra escuela asociada en Zambia. A lo largo de los años, Cranleigh ha asimilado el lema Ex Cultu Robur, ha fortalecido este espíritu fundamental y ha continuado explorando el significado de cultura. Esta filosofía educativa holística es lo que hace que la comunidad de Cranleigh sea tan especial.
Internado en Cranleigh
Aunque acogemos tanto a alumnos en régimen abierto como interno, Cranleigh es ante todo un internado; los alumnos en régimen abierto están totalmente integrados en la vida de las residencias y contribuyen a su vitalidad. Los alumnos de todos los cursos tienen en común su disposición a participar en todas las actividades que se propongan; a nadie en Cranleigh le gusta quedarse al margen y eso incluye tanto al personal como a los alumnos.
El enfoque principal de la filosofía del internado de Cranleigh es proporcionar oportunidades a los alumnos que no tendrían disponibles en sus casas. No estamos de acuerdo con la idea de que los niños y niñas deban alejarse de sus padres para aprender a ser “independientes”. Por el contrario, Cranleigh reconoce el sacrificio que una familia hace cuando un hijo o una hija está fuera de casa, y valoran enormemente la aportación regular que los padres hacen durante el período escolar. La decisión de un padre de permitir que un hijo o una hija pase tanto tiempo fuera de casa solo puede justificarse sabiendo que la vida en el internado es una vida plena.